sábado, 9 de febrero de 2008

Conciliando

No me importaría nada acostarme con mis dos compañeras de trabajo a la vez. En plan guarro. La bajita y la tetona. Esto me convierte en un depravado, pero a estas alturas me convierte más en un tio sincero y con mucha fé. Bueno, fé no, porque no me voy a acostar con ellas ni juntas ni por separado. Al menos no en el 2008.
En mi vida he hecho esfuerzos por acostarme con una tía, aquellas que han caido se me han servido en bandeja, y no porque yo sea Alfie, sino porque debe exitar un huevo que un hombre te desee con la mente y te desprecie con la mirada. Así son ellas.
Ellas, esos seres inmisericordes, que si corres detras suya parecen el correcaminos y si las abofeteas se ponen de rodillas. Esos seres ingenuos, que tal y como relata su serie fetiche, van de debora hombres pero una vez en el lecho y terminado el polvo, sueñan con subir al altar.
Debido a mi edad no creo que sueñen con que las espere en el altar, ya sólo les queda soñar que las espero en mi coche con esa sonrisita que les moja las bragas.

Por cierto, si que soy Alfie.

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